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VERACRUZ, 15 de septiembre.-El Fuerte de San Juan de Ulúa se erige como un valioso emblema histórico en el puerto de Veracruz, México. Este recinto fortificado ha presenciado innumerables acontecimientos a lo largo de los siglos, desde la llegada de los colonizadores españoles hasta los movimientos independentistas y la defensa frente a las incursiones de los corsarios.
Con una trayectoria que se extiende por más de quinientos años, esta es la historia del Fuerte de San Juan de Ulúa, un poderoso símbolo de la perseverancia y la resistencia de México a lo largo de su evolución histórica.
Los inicios: la llegada de los españoles
El Fuerte de San Juan de Ulúa tiene sus raíces en la llegada de los colonizadores de España a las tierras de México. En 1519, Hernán Cortés y su grupo desembarcaron en la isla de San Juan de Ulúa, lo que marcó el inicio de la conquista en México.
Esta isla se convirtió en un punto estratégico fundamental para establecer una plataforma de operaciones en la región. Fue en este sitio donde Cortés optó por erigir la Villa Rica de la Vera Cruz, el primer asentamiento de origen español en tierras mexicanas.
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La Conquista de México
San Juan de Ulúa desempeñó un papel fundamental en el avance de la conquista de México, ya que desde este punto los exploradores españoles partieron para llevar a cabo sus misiones en las tierras americanas. Además, esta isla sirvió como refugio a Hernán Cortés en el año 1519, después de sufrir un rechazo en Tenochtitlán, la capital del Imperio Azteca. Desde San Juan de Ulúa, Cortés reorganizó sus fuerzas y lanzó una exitosa ofensiva que finalmente resultó en la caída de Tenochtitlán en 1521.
A lo largo del período colonial, San Juan de Ulúa se convirtió en una de las fortificaciones más poderosas del Nuevo Mundo. La Corona española reconoció la importancia estratégica de la fortaleza de manera significativa. Se erigieron muros de piedra, fosos y torres de vigilancia que la convirtieron en prácticamente inexpugnable. La fortaleza desempeñó un papel crucial en la protección contra ataques de piratas, como los liderados por Francis Drake y otros corsarios en el siglo XVI.
El ataque de Francis Drake
En 1586, en la historia de San Juan de Ulúa, se produjo un destacado episodio protagonizado por el corsario británico Francis Drake. Drake, reconocido por su destreza y valentía en el ámbito marítimo, logró superar las defensas de la fortaleza y conquistar la ciudad de Veracruz.
A pesar de la captura de la ciudad, San Juan de Ulúa se mantuvo firme en su resistencia. Los españoles, refugiados en la fortaleza, continuaron luchando y finalmente forzaron a Drake a retirarse. A pesar del éxito táctico de Drake en Veracruz, San Juan de Ulúa permaneció bajo control español, lo que puso de manifiesto su tenacidad y solidez.
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Independencia de México
Durante la lucha por la Independencia de México, San Juan de Ulúa volvió a asumir un papel central en la historia. En el año 1825, las fuerzas insurgentes de México, comandadas por Antonio López de Santa Anna, asediaron la fortaleza con la firme determinación de tomarla a cualquier precio. Este asedio se extendió por varios meses y se libró una encarnizada batalla. A pesar de su deterioro, la fortaleza seguía siendo una formidable defensa.
Finalmente, en 1825, la guarnición española se rindió, y San Juan de Ulúa quedó bajo control mexicano. Este logro representó un hito significativo en la consolidación de la independencia de México y un momento histórico en el que la fortaleza desempeñó un papel de suma importancia.
A lo largo del siglo XIX, San Juan de Ulúa mantuvo su relevancia en el contexto de la historia de México, aunque su significado en términos militares fue decreciendo progresivamente.
En el transcurso de la intervención francesa en México durante los años 1860, este enclave fortificado desempeñó el papel de lugar de reclusión para individuos involucrados en asuntos políticos. Tras la culminación de la Revolución.