Agencia Portátil
México, 8 de septiembre.- La mitad de los maestros mexicanos no conoce el Nuevo Marco Curricular y la mitad que sí lo conoce está en desacuerdo con su implementación, pues apenas 16% declaró haber sido consultado. Además, apenas una cuarta parte de los padres de familia (26%) ha escuchado algo sobre éste, revela una encuesta realizada por la organización Educación con Rumbo.
“Tanto maestros como padres de familia coinciden en que éste no es el momento adecuado para emprender una labor de tal magnitud y tal calado como implementar un nuevo marco curricular, no es oportuno implementar un cambio en el modelo educativo; en este momento los alumnos están pasando por un momento complicado y ni ellos ni los maestros ni los padres de familia tienen claras las implicaciones que tiene este nuevo modelo”, señaló José Antonio Cabello Gil, investigador de la organización.
Al presentar los resultados de la encuesta, realizada en la región noreste, noroeste, centro-este, centro-occidente, sureste y zona metropolitana, a padres de familia y maestros de escuelas públicas y privadas, Cabello Gil planteó que la propuesta es inoportuna también, porque se promueve a título de prueba piloto en el último tercio del sexenio, sobre una muestra muy pequeña de escuelas y grados —solamente en primero de preescolar, primero de primaria y primero de secundaria—, en cerca de mil escuelas a nivel nacional, y que se promovería abiertamente hasta el ciclo 2023-2024, de cara al término del sexenio, en medio del proceso de entrega-recepción en el que se va encontrar la administración pública federal.
Entre los hallazgos de la encuesta destaca que más del 60% de maestros y padres de familia coincidió en que el Nuevo Marco Curricular 2022 es más una ideología que una reforma educativa.
El 56% de los docentes contestó que no es mejor que el actual y 62% dijo que es más un pacto político que una verdadera reforma educativa.
Entre las principales razones para estar en desacuerdo, los docentes mencionaron las relacionadas con la falta de conocimiento para las siguientes etapas educativas, por su inviabilidad o dificultad para implementarse y porque no tienen los conocimientos para incursionar en un nuevo modelo.
En tanto, la mitad de los padres de familia (53%) señalaron estar en desacuerdo con su implementación mientras que un 9% respondió que no sabe.