Agencia Portátil
Ciudad Victoria, 2 de febrero.-El libro documenta la arquitectura en los estados de Chihuahua, Coahuila Durango, Nuevo León y Tamaulipas; se enfoca principalmente en la zona rural.
En forma de novela gráfica, el libro recoge los modos de habitar, los materiales que se usan, las técnicas constructivas y con entrevistas a los habitantes formula una historia del paisaje de la región.
En transmisión en línea, CONARTE ofrece información sobre el libro, pero además de todo un proyecto en conjunto que tiene mayores alcances a nivel regional.
Monterrey, Nuevo León. Parte importante de la historia del paisaje arquitectónico de la región se documenta y narra en el libro Arquitectura Popular del Noreste, edición de CONARTE en el arquitecto Pablo Landa Ruiloba y el doctor Camilo Contreras encabezaron a todo un equipo de colaboradores cuyo resultado se dio a conocer ayer en la transmisión en línea a través del Facebook Live.
El libro documenta la arquitectura en los estados de Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León y Tamaulipas. Landa Ruiloba y Contreras coordinaron a fotógrafos, arquitectos, artistas y promotores culturales, para que, a través de un trabajo interdisciplinario, se abordara el entorno construido desde enfoques que se complementan y entran en diálogo unos con otros.
El libro es una novela gráfica, un comic, que combina fotografías con levantamientos arquitecticos de algunas de las estructuras e ilustraciones.
El libro fue publicado por CONARTE con el apoyo de la Secretaria de Cultura a través FONCA y el Fondo Regional para la Cultura y las Artes del Noreste (FORCAN).
La presentación del libro fue encabezada por Alejandro Rodríguez Rodríguez, director de Desarrollo y Patrimonio Cultural de CONARTE, con comentarios de Laura Pacheco, Erik Adalberto Hernández, jefe de Vinculación Institucional de CONARTE, Isadora Hastings, Contreras y Landa Ruiloba.
“Entre Camilo y yo arrancamos el equipo y lo que hicimos fue invitar a fotógrafos y arquitectos a que vinieran con nosotros y seguimos las pistas de lo que había; hay muy poco documentado, y el territorio es muy vasto”, manifestó Landa Ruiloba en la presentación.
“Entonces, lo que hicimos fue seguir pistas de puntos interesantes en esta zona; cuando llegábamos a una comunidad contactábamos al comisario ejidal y él nos orientaba para encontrar las personas y sitios que nos interesa visitar y documentar.
“Hicimos más de 20 expediciones, algunas de un día, otras de 10 días, siempre conformando equipos de trabajo distintos y acabamos sumando a más de 20 fotógrafos y cinco arquitectos”.
Lo más importante, destacó, es dar a conocer que esto existe para propiciar que se realicen más investigaciones de este tipo.
“Tenemos que marcar una serie de puntos de partida para que se conozcan todos estos temas, todo este potencial para entender mejor nuestro territorio”, apuntó.
Por su parte, Pacheco explicó que “en 2017 se abrió la posibilidad de que la Fototeca Nuevo León aplicara a los recursos que otorga el Fondo Regional para la Cultura y las Artes del Noreste para proyectos que sumen a la identidad de las comunidades que lo integran. La Fototeca Nuevo León funciona a partir de tres ejes de trabajo, que es propiamente los procesos del archivo, actividades formativas y las de divulgación.