Agencia Portátil
Ciudad Victoria, 8 de septiembre.-El intercambio de dos recién nacidas hace 19 años por un error humano, dado a conocer ahora, sacude a la sociedad española, mientras una de las personas afectadas, la que descubrió el grave cambio, demanda a la administración sanitaria más de tres millones de euros (unos 3.5 millones de dólares).
Los hechos ocurrieron en 2002 en un hospital de Logroño, en el norte de España, cuando dos niñas nacidas con pocas horas de diferencia, fueron confundidas al entregarlas a sus familias, lo que ha ocasionado una vida bien distinta a cada una de ellas.
Según se ha desvelado ahora, las dos niñas nacieron con bajo peso, por lo que precisaron estar en incubadoras y cuando fueron entregadas a sus familias, se produjo el grave cambio.
Casi veinte años después del nacimiento, las circunstancias personales de una de las ahora jóvenes, que se crió en una familia desestructurada, cuidada por su abuela, ha desvelado el cambio de bebés.
En 2017, la abuela de esa joven, que la tenía en acogida y bajo su tutela, demandó al padre de su nieta para obligarle a contribuir a su alimentación y ante la negativa de éste, aludiendo a que no era su hija, un juez ordenó una prueba de adn, que confirmó que no era el padre biológico.
Posteriormente también se constató que la niña tampoco tenía relación biológica con la que consideraba su madre, por lo que, al cumplir los 16 años, reclamó la averiguación de su identificación y se abrió un proceso de investigación que ha llevado al descubrimiento del grave error.
Para complicar más la situación, hace tres años murió la supuesta madre biológica de esta joven y aún se está pendiente de conocerse el resultado de la prueba de ADN que se hizo al que sería su supuesto padre y hermanos biológicos, según orden judicial de este año.
La confusión de bebés se debió a un error humano, declaró ayer la Consejera de Salud de la Rioja, Sara Alba, región donde ocurrieron los hechos, en un hospital que ya no existe, e insistió en que ahora «sería imposible que algo así volviera a ocurrir» por los actuales sistemas de identificación.
Por su parte, el abogado de la joven, José Sáez Morga, dijo a Efe que se trata de «una negligencia enorme, que habla por sí sola» y por la que su clienta pide a la administración sanitaria de La Rioja más tres millones de euros por «una responsabilidad patrimonial por daños morales».
Según Sáez Morga, la segunda niña, que «se mantiene en el anonimato», no tiene intención de plantear acciones judiciales y no se ha pronunciado sobre si las dos afectadas por este intercambio de bebés mantienen alguna relación.