Agencia Portátil
Moscú, 10 de julio. – El gobierno de Rusia encabezado por Vladimir Putin toma con cautela el actual rebrote de Covid-19 que ya genera nuevos confinamientos en Europa.
A los europeos les preocupan nuevas cepas del virus que ya no serían alcanzadas por las vacunas, ni las Occidentales ni las rusas o chinas.
En ese caso, con las bases actuales de las vacunas será preciso una alteración en los reactivos que no debiera demorar más de cuatro meses y para lo cual Rusia ya comienza a planificar.
Los diplomáticos rusos advierten que el Covid es un virus poco inteligente, esa última variable del invierno ya sería la definitiva y la fase final de la pandemia global se iniciaría en el segundo semestre del 2022.
La inquietud no es solo de Rusia. Reino Unido y Estados Unidos están invirtiendo, casi 40 millones de dólares el primero y 170 millones de dólares el segundo, en investigar y realizar un exhaustivo seguimiento de estas mutaciones.














