Agencia Portátil
Ciudad Victoria, 14 de mayo.-Abril dejó nuevamente un número récord de cruces ilegales en la frontera entre México y Estados Unidos. Las autoridades fronterizas tuvieron más de 178.000 encuentros con migrantes, un aumento de 3% comparado con marzo. El 36%, unos 65.500, fueron de migrantes mexicanos de acuerdo a las cifras publicadas esta semana por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés).
Aunque la crisis que encara la Administración Biden en la frontera tiene un fuerte componente centroamericano, las deportaciones en caliente revelan que los mexicanos están intentando ingresar al país del norte a un ritmo no visto en dos décadas. Desde octubre, más de 323.000 mexicanos han sido detenidos, el 44,6% de la población extranjera que ingresó ilegalmente al país. Es la cifra más alta en tres años.
Laura (nombre ficticio para resguardar su identidad) huyó a finales de febrero del Estado de Michoacán, asolado por la violencia del narcotráfico, con otros 14 familiares dedicados a la siembra de aguacate. Integrantes de un cartel llegaron a su pueblo. “Vivíamos felices, como una gente normal, pero llegaron a descontrolarlo todo”, se lamenta. Su hermano fue secuestrado. Ella denunció el hecho a la policía, quien la acompañó tres días hasta que lo hallaron muerto a él y a dos vecinos. Ahí Laura decidió que todos debían huir.
Comenzó el éxodo para quienes no habían tenido entre sus opciones migrar. “Mi familia no se quería venir. Decían que cómo iban a dejar su tierra, su casa. Yo les decía que lo primero es la vida. La tierra ahí va a estar”, cuenta por teléfono. Laura espera, junto a otros desplazados por la violencia, la oportunidad para pedir asilo en Estados Unidos.
Laura y su familia tienen escasas posibilidades de poder quedarse en Estados Unidos una vez que hagan el cruce. Este jueves, Alejandro Mayorkas, el secretario de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden, recordó ante el Senado que “el 100%” de las familias y los adultos solos que ingresan ilegalmente al país están “sujetos a la expulsión” rápida que permite el Título 42, una norma de salud pública que está sirviendo a la nueva Administración de política migratoria pues permite hacer expulsiones rápidas mientras la frontera esté cerrada por la crisis del coronavirus. La única excepción que el Gobierno ha hecho es con los niños solos.
Abril registró respecto a marzo un aumento de 5% de las detenciones de mexicanos. Y el incremento es mucho más sorprendente, de 260%, si se lo compara a marzo de 2018, un mes con alto flujo migratorio que preparaba el terreno para las caravanas que comenzarían en octubre de aquel año.
Los agentes de la patrulla fronteriza tuvieron durante abril 2.438 encuentros con menores mexicanos no acompañados. Desde octubre de 2020, el inicio del año fiscal, han sido 14.900. La mayor cantidad de aprehensiones, sin embargo, sigue siendo de adultos solos, con 317.500. Esto es el 92% de los arrestos documentados por la CBP.
El Título 42 fue una norma puesta en marcha por el Gobierno de Donald Trump al principio de la pandemia para cerrar la frontera terrestre a actividades no esenciales y hacer más difíciles los casos de petición de asilo. A Biden le ha sido útil para desahogar la crisis en la frontera sur. El 62% de los 178.000 migrantes encontrados en abril por agentes fronterizos fueron expulsados gracias a esta norma, según cifras oficiales. Pero quienes llegan sin papeles a la frontera sur son regresados de manera exprés a México. Y muchos de ellos vuelven a intentarlo.
Los números presentados por las autoridades migratorias muestran “encuentros” y no personas, por lo que entre los más de 65.500 registros de mexicanos detenidos y expulsados en abril, es probable que haya personas que lo hayan intentado varias veces. “La gente, sobre todo los hombres, cruzan, los devuelven bajo el Título 42 y lo intentan la cantidad de veces necesarias porque no hay una sanción por ese cruce ilegal. Eso lo tenemos claro porque sabemos que la mayoría de las personas retornadas bajo el Título 42, por lo menos en esta frontera, son mexicanos”, explica desde Tijuana Soraya Vázquez, de la organización no gubernamental Al Otro Lado.
Vázquez intuye que la llegada de Biden al poder con un “mensaje de que las cosas cambiarían” frente a la dureza del discurso de Trump con los indocumentados puede haber provocado un efecto llamada en los migrantes mexicanos después de un año de pandemia. Pese a que México nunca ha impuesto cuarentenas estrictas por el coronavirus como otros países, en 2020 el PIB del país cayó un 8,5%. Mientras, las remesas de los mexicanos en EE UU inyectaban la economía local a niveles récord.